¿QUÉ ES LA ORTODONCIA? ¿CÓMO SÉ SI NECESITO BRACKETS?
Mucha gente asocia unos dientes blancos y uniformes con la salud y con la belleza. Sin embargo, si tus dientes no son derechos por naturaleza, puedes considerar el uso de brackets tanto por razones cosméticas como para tratar problemas médicos. Pero, ¿sabes si tus dientes podrían beneficiarse con los brackets? ¿Sabes si los necesitas? A continuación, te presentaremos algunos pasos simples que puedes seguir para darte cuenta.
1) Observa si tus dientes se ven apiñados o torcidos.
A estos se les conoce como maloclusiones. Las señales de advertencia son, entre otras: dientes que se ven como si estuvieran de lado, dientes que se superponen entre sí y dientes que sobresalen significativamente más allá de los dientes vecinos. El aglutinamiento es el problema más común que tratan los brackets.
- Para determinar si tus dientes están apiñados, puedes usar hilo dental. Si es muy difícil pasarte el hilo dental entre tus dientes, quizá sea porque están apiñados demasiado cerca uno del otro.
2) Entiende cómo te puede afectar la maloclusión.
Los dientes apiñados o demasiado cerca pueden dificultar, incluso para los profesionales en odontología, su adecuada limpieza. La formación de placa en los dientes puede causar un desgaste anormal del esmalte, caries y gingivitis.
- Muchas cosas pueden generar la aparición de dientes torcidos o apiñados. Para algunas personas, sus bocas son simplemente muy pequeñas para contener los dientes de forma correcta, lo que hace que se desplacen y se apiñen. Otras personas pueden tener dientes apiñados una vez que les salen las muelas el juicio.
- A otras personas se les puedes apiñar los dientes una vez que sale la muela del juicio, ya que hace que los dientes se vean torcidos debido a que las raíces y el soporte óseo se debilitan.
3) Observa si tus dientes se ven demasiado separados.
El apiñamiento no es la única situación que puede traer problemas. Si tienes dientes faltantes, dientes proporcionalmente pequeños o brechas grandes entre los dientes, también podría impedir el funcionamiento de tu mordida y de tu mandíbula. El espaciamiento es uno de los problemas más comunes que resuelven los brackets.
4) Analiza tu mordida.
Tus dientes deben encajar al morder. Si hay un espacio grande entre tus dientes superiores e inferiores, o si tus dientes superiores o inferiores se superponen mucho a los demás, quizá tengan problemas de mordida que necesiten corregirse con brackets.
- Los dientes superiores que se extienden más allá de los dientes inferiores al morder pueden causar una sobremordida.
- Los dientes inferiores que se extienden más allá de los dientes superiores al morder pueden causar una submordida.
- También hay otro caso en que, al morder, tus dientes delanteros inferiores no tocan los superiores, lo que deja un espacio sagital.
- Los dientes superiores que están mal colocados en el interior de los dientes inferiores causan una mordida cruzada, que si no se corrige puede dar lugar a una asimetría facial.
5) Entiende cómo te pueden afectar los problemas de mordida.
Si la mordida está mal alineada, aumentan las probabilidades de tener placa o de que se formen partículas de comida en descomposición sobre los dientes o entre ellos. Esta placa y la comida en descomposición pueden traer consigo enfermedades periodontales, gingivitis, abscesos dentales e incluso la pérdida de dientes.
- Las mordidas mal alineadas también pueden causar dificultades al masticar, lo que puede provocar mandíbulas inflamadas e incluso malestar gastrointestinal.
- El mal alineamiento en la mandíbula puede causar la contracción de músculos, que a su vez puede provocar dolores de cabeza frecuentes.
- Las sobremordidas excesivas pueden hacer que los dientes inferiores dañen el tejido gingival en el paladar.
6) Determina si se te atasca comida en los dientes.
Tener comida entre los dientes rutinariamente puede crear un refugio para las bacterias que pueden provocar gingivitis y caries dental. Los brackets pueden ayudar a eliminar las brechas o los agujeros entre los dientes que atrapan bacterias y partículas de alimentos.
7) Huele tu aliento.
El mal aliento frecuente o persistente, incluso después de cepillarte o pasarte hilo dental por los dientes, puede ser una señal de que hay bacterias atrapadas entre los dientes torcidos o apiñados.
8) Escúchate cuando hablas.
Si notas un ceceo, puede ser el resultado de la maloclusión o de unos dientes mal alineados. Los brackets pueden ayudar a eliminar este ceceo al alinear los dientes y la mandíbula.
9) Considera si te duele la mandíbula seguido.
Si tu mandíbula está desalineada, podría ejercer una presión adicional en las articulaciones temporomandibulares, es decir, las bisagras que unen la mandíbula a la cabeza. Si experimentas una inflamación o un dolor frecuente en esta área, tal vez necesites brackets para alinear tu mandíbula.